Cuánto vale mi trabajo

Por Mario.

El trab11045601_10206090782654041_1723477066_oajo hoy en día representa, además de una fuente de ingresos para poder literalmente subsistir parte de nuestro día a día, una forma de dignificarnos como personas. Por ejemplo: cuántas veces no hemos escuchado: “mira, Juanito anda sin trabajo hace tiempo; es un NINI”.

La mayor parte del día se la dedicamos a esta actividad; inclusive nos preparamos años enteros en escuelas técnicas, preparatorias, secundarias, universidades, con el único fin de tener un mejor trabajo.

Después de destacar la importancia de la chamba y considerando que dejamos la mitad de nuestra vida en la fábrica, habría que hacernos un par de  preguntas: ¿recibo realmente lo justo por mi trabajo? ¿Cuánto vale mi trabajo?

En el pasado ya hubo personas que se hicieron esta interrogante y que además de eso, aunque suene increíble, dieron una respuesta justa, lógica y favorable para nosotros los trabajadores. El primero que lo explicó de manera mas clara fue  Karl Marx, quien dijo:

“Igual que ocurre con las demás mercancías, el precio de la fuerza del trabajo en el mercado depende de su valor de cambio. Es decir, del tiempo que el obrero emplea en producir sus medios de subsistencia, necesarios para reponer la energía muscular, nerviosa, psíquica, etc., gastada frente a la máquina”

A raíz del estudio de  Marx en todo el mund
o han surgido varios análisis muy precisos sobre el valor de nuestro trabajo. Como por ejemplo, aquí en Mexico, la U.N.A.M. confirma, en un estudio reciente, que un trabajador que gana el salario mínimo en México genera el valor de su sueldo con sólo laborar 9 minutos; lo que produce en el resto de su jornada de trabajo (7 horas con 51 minutos) se queda en las arcas del gobierno y las empresas

Esto significa que el salario mínimo, del que tanto cacarean el aumento de $3 o $5  los políticos, al cambiar de año, no representa más que un PINCHE MISERABLE 2% DE LAS NUEVE HORAS QUE NOS MATAMOS TRABAJANDO. Un 2% del tiempo que sacrificamos obedeciéndolos sin si quiera poder quejarnos. Tiempo que pudiéramos dedicarle a nuestros hijos, que, en nuestra ausencia, se la pasan viendo los comerciales que les invitan a  comprar los productos que nosotros los trabajadores hacemos con nuestro trabajo. O dime tú: ¿cuándo has visto al dueño de tu empresa chingándole 9 horas, sudando como tú sudas?

Son chingaderas ¿no?

¡Todos queremos un salario justo! Todos queremos que nuestro trabajo sea valorado por lo que vale. No nos hacen un favor pagándonos un sueldo justo.

Organizate y Lucha..

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